Los psicólogos Simone Schnall de la Universidad de Cambridge, Jean Roper de la Universidad de Plymouth, y Daniel M.T. Fessler de la University de California, se preguntaron si observar comportamientos de amabilidad nos haría ser más amables con los demás.
Para comprobarlo, hicieron un estudio donde un grupo de participantes vio un video neutral, mientas que otro grupo vio un video prosocial, en el que un grupo de músicos expresaba su gratitud a sus maestros en un programa de televisión que estaba designado para promover buenos sentimientos. Luego los participantes escribieron un ensayo acerca de lo que vieron y les pagaron por participar.
Los investigadores encontraron que aquellos que vieron el video que fomentaba la gratitud y buenos sentimientos, estaban más dispuestos a participar en otros estudios en el futuro que el otro grupo.
Por supuesto, estos resultados podrían indicar que este grupo estaba más dispuesto a participar porque lo habían pasado mejor, y no por haber visto un vídeo que fomentaban los buenos sentimientos hacia los demás. Así que elaboraron otro experimento en el que un grupo de personas veía un vídeo neutral, otro grupo veía el mismo vídeo prosocial que en el estudio anterior, y un tercer grupo veía un vídeo de humor. Cuando ya podían irse, el investigador fingía tener problemas para abrir un archivo en el ordenador, necesario para el experimento. Les dijo que podrían irse si querían, pero les preguntó si querrían rellenar un cuestionario que describió como aburrido.
Los participantes que vieron el vídeo prosocial tenían el doble de posibilidades de ayudar al investigador que los otros dos grupos. Por tanto, haberlo pasado bien o querer obtener dinero no era lo que los hacía estar más dispuestos a colaborar. Más bien, exponer a una persona a una conducta prosocial por parte de otros, aunque sea brevemente, estimula la conducta prosocial en ellos y los hace más dispuestos a ayudar y colaborar con otras personas.
Del mismo modo, si quieres que las personas a tu alrededor sean más amables y colaboradoras contigo, puedes empezar por ser tú más amable con ellas, actuando como modelo que puedan imitar.
Por supuesto, estos resultados podrían indicar que este grupo estaba más dispuesto a participar porque lo habían pasado mejor, y no por haber visto un vídeo que fomentaban los buenos sentimientos hacia los demás. Así que elaboraron otro experimento en el que un grupo de personas veía un vídeo neutral, otro grupo veía el mismo vídeo prosocial que en el estudio anterior, y un tercer grupo veía un vídeo de humor. Cuando ya podían irse, el investigador fingía tener problemas para abrir un archivo en el ordenador, necesario para el experimento. Les dijo que podrían irse si querían, pero les preguntó si querrían rellenar un cuestionario que describió como aburrido.
Los participantes que vieron el vídeo prosocial tenían el doble de posibilidades de ayudar al investigador que los otros dos grupos. Por tanto, haberlo pasado bien o querer obtener dinero no era lo que los hacía estar más dispuestos a colaborar. Más bien, exponer a una persona a una conducta prosocial por parte de otros, aunque sea brevemente, estimula la conducta prosocial en ellos y los hace más dispuestos a ayudar y colaborar con otras personas.
Del mismo modo, si quieres que las personas a tu alrededor sean más amables y colaboradoras contigo, puedes empezar por ser tú más amable con ellas, actuando como modelo que puedan imitar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario